Brady solía odiar a su vecina, Kaori, y le encantaba hacerle la vida miserable. Pero un día, repentinamente, ella desapareció sin dejar ningún rastro, lo que le brindó paz al pequeño Brady durante muchos años. Sin embargo, lo que no sabía es que un día se iba a enamorar perdidamente de aquella chica que no soportaba ni ver en pintura.All Rights Reserved