La casa de los recuerdos ocultos

Ha pasado mucho tiempo desde aquello, sin embargo, no puedo evitar detenerme ante esa casa cada vez que paso por esa calle. Una casa, donde la madera de la puerta ya ha empezado a pudrirse, la manilla a oxidarse y el color amarillo de la pared a apagarse cada vez más. Después de que ella se fuese, la casa se ha quedado vacía, sin ningún tipo de vida en su interior. Pero en ese vacío, se almacenan miles de recuerdos que jamás podré olvidar, recuerdos que permanecerán ocultos para siempre, detrás de esa puerta de madera quebrada y de esa pared agrietada.