Era un don nunca antes visto, desde que quedó huérfano gracias a una mala apuesta con el destino, se dió cuenta de que el estrés despertó su don, se preguntaba el por qué un don tan único que no se parecía al de ninguno de sus padres, el caso es que nunca lo mencionó, al darse cuenta del poder que tenía. Sin darse cuenta, se metió en el mundo clandestino, haciéndose un nombre, simple pero al grano, se apodó como "el repartidor" A pesar de tener una corta edad, era muy común verlo en salas de apuestas, las cuales siempre ganaba, y no fue solo por su don, si no que había nacido para esto.
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