The darkest little paradise

Hazel Dankworth:

Un ángel caído.
Un ángel caído, que es más capaz de destruir el infierno con una simple mirada de esos fríos ojos, convirtiéndolo a su antojo en un manojo de cenizas, sangre y llamas.
Una reina en una partida de ajedrez, la pieza más importante de tu juego que sin ella estás jodidamente perdido, es imprescindible y por supuesto fundamentalmente valiosa.
Pero sobe todo una llama en medio de la triste y vacía oscuridad, tan resplandeciente, tan fascinante y tan peligrosa.

Lianna Anderson:

¿Qué pasa cuando te conviertes en la presa de un psicópata?
Él es un monstruo que se obsesionó conmigo, le rompí el corazón y ahora va por mí. Como un demonio que ansia mi alma, desea matarme y disfrutará al hacerlo.
No tengo dudas de esa teoría, tampoco de que debo huir de él.
¿Pero como voy a sobrevivir si me han obligado a unirme en matrimonio con ese asesino?