La vida de Agatha, con los años, se había vuelto aburrida y solitaria (y eso que era joven). Despertaba, desayunaba, entrenaba, leía, entrenaba un poco más, y salía a cumplir con su trabajo. El último que le habían asignado era aún más aburrido: vigilancia. Su objetivo era uno: Teodoro Juls.
La rutina del muchacho era bástate diferente a la de Agatha. Él tenía la vida ajetreada de cualquier estudiante de universidad. Clases, eventos sociales, viajes y estudio, intentando equilibrarlo todo. Vivir solo en el campus, le permitía no tener ninguna otra preocupación que solo aprobar los exámenes.
Si alguien se detenía a ver la vida de ambos, y sus personalidades, se daría cuenta que las posibilidades de que ambos jóvenes se cruzasen serían de una en un millón. Pero aquí el detallito: ninguno de los dos podría ser considerado una persona común y corriente.
Secretos, situaciones que parecían irreales, y personas que, hasta el momento Teodoro creía que solo aparecían en las películas de ficción, golpearan en la vida del joven.
Agatha, estará vigilando, para que él no destruya el mundo en su intento por entender las cosas.
Es tiempo de que Teodoro descubra quien es y Agatha estará allí para ayudarlo.
Un pasado los une, un secreto también.
Después del término de su última relación, Cameron tiene el corazón herido, aún enamorado de aquella chica que no lo supo valorar y lo dejo sin más.
Taylor es una revolución andante, creyente del amor, pero con baches en el camino que han dejado esa inseguridad en ella.
Cada quien tiene su manera de amar, cada quien tiene sus defectos, pero ambos se consideran perfectos.
Perfectos para enseñarse a amar...