Posterior a su intento de acabar con todo, Altagracia Sandoval decide armar una nueva vida, sin saber que esta la transportaría nuevamente a los malos pasos.
Luego de una traición y abandono por parte de alguien en el que creyó de forma genuina; se anima a sí misma a que ya no lo necesita, persiguiendolo para cobrar sus deudas.
Por otro lado, el grupo de abusadores anda suelto, ella pasó por eso y se decide a detenerlos antes de que sus seres queridos sean afectados.
Altagracia no tiene un plan, pero La Doña sabe cómo crear uno. Venganza y cariño, sus nuevos motores para salir adelante por tercera vez en su vida.
Sin saber que, terminaría variando sus intereses, en lo que a su vida amorosa respecta.
"Cielo, eres como el sol; por más que intento protegerme, encuentras la forma de quemarme. Yo soy la luna, no veo sin tí lo que tú ves."