Úrsula De la Vega es una mujer fuerte, audaz y competitiva, acostumbrada a enfrentar el mundo con una seguridad inquebrantable. Pero el peso de sus decisiones la persiguen, llevándola a un punto donde el miedo a fracasar no es una opción.
Todo cambia la noche en que su vida se cruza con Gael Corberó. Gael es todo lo que Úrsula detesta: prepotente, caprichoso y un capullo de primera. Sin embargo, en aquel pequeño bar de Bilbao, donde ninguno conocía la verdadera identidad del otro, ambos se rindieron a una pasión arrolladora, imposible de detener.
Desde ese primer encuentro, ambos saben que están jugando con fuego, y aunque sus palabras estén llenas de gruñidos y reproches, sus cuerpos cuentan una historia distinta.
Cada roce entre ellos enciende una chispa, y aunque Úrsula intenta luchar contra lo que siente, su corazón y su cuerpo tienen ideas propias. El deseo se convierte en una batalla en el que ninguno de los dos está dispuesto a perder. Pero, ¿es posible que el amor crezca entre las llamas del odio?
Bienvenida a la sexta entrega de la saga Te quiero, una historia apasionante donde el deseo y el amor se entrelazan en una danza peligrosa.
A pesar del odio, ¿podrá el amor triunfar?
Heather Ripoll se ve en medio de una encrucijada cuando la empresa de su padre se encuentra prácticamente en la ruina, gracias a una estafa. El ser una mujer decidida, respetada, inteligente y lo suficientemente responsable para cargar con cualquier peso en sus hombros, no le bastó a su padre para que se terminara unificando al equipo contrario que por años han odiado. Ethan está dispuesto a tomar el lugar de su progenitor para sostener en sus manos el poder de la empresa contraria. Sin embargo, trabajar junto a esa mujer será su calvario, su perdición, y su mayor deseo. Ambos serán testigos de un amor inconmensurable y apasionado. Pero ¿qué sucederá cuando todos sus sentimientos se descarrilen por Heather? ¿Qué sucederá cuando la envidia, el rencor y la ambición destruya todo a su paso causando lo peor? ¿Dónde quedará el amor después de convertirse en odio, dolor y sed de venganza?
¿Se podrá perdonar lo imperdonable?