La historia podría ser de una artista, de una hechicera, de alguien que volvió a la vida, de una rebelión, de un gran amor, o de una pesada tragedia...
-Desempleada. -sentencié, con la barbilla y los brazos apoyados en la mesa del café.
/
Por ahí del tercer o cuarto piso, venia subiendo un chico, vestido de negro con una mochila de esas que usan los deportistas, y bueno, se le notaba que venía de algún gimnasio. La gente así me causaba cierta admiración, seguro tenía el refrigerador lleno, el departamento -porque si vivíamos en el mismo edificio, vivía en un departamento- limpio, un horario de trabajo estable... Es más, capaz tenía su propia empresa.
-¿Sucede algo? -habló, y vaya voz. Definitivamente tenía su propia empresa. Y una planta, seguro también tenía una planta frondosa en la entrada.
-¿Qué? Si... No, ¡No! No. -balbuceé. Lo pasé de largo antes de que me pudiera contestar, más que nada porque esperaba que no dijera otra cosa.
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme...
-¡No! Yo pertenezco a mi ciudad, con mis padres... -cuando estoy por llegar a la salida veo a dos chicos.
Practicando con espadas...
-¡Sky! ¡Atrápala! -grita Rick...
Uno de los chicos desvía su mirada y nuestros ojos se conectan
Sus ojos dorados me miran fijamente...
Revolotea despreocupado su cabello rubio, pero luego...
Se da cuenta de lo que sucede y me apunta con su espada
Yo me detengo inmediatamente...