¿Karter? ¿Karter? ¿Karter?
La noche está fría, mis pies no pueden andar, mi boca no puede emitir palabras, mis ojos no te pueden mirar, mis manos no te pueden tocar. Tan cerca y al mismo tiempo tan lejos, el cielo llora de tristeza, tristeza que me ahoga y me contagia. El monstruo está cerca, sus ojos claros me acechan desde la oscuridad del bosque, era su naturaleza, o la naturaleza que le había creado, la fantasía que habia inventado. Acaba conmigo, haz mi alma tuya en un fuego eterno que nos unirá hasta la última vida, que nos mate el alma, pero nos aviva de pasión y deseo por el sufrimiento.
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.