En medio de una guerra perdida, un alma inocente fue arrastrada sin previo aviso, atrapada en las fauces del destino cruel. Desde su nacimiento, nada fue su culpa; le impusieron un destino de sumisión, obligado a obedecer sin cuestionar, sin experimentar la verdadera esencia de la vida, sin conocer la libertad, sin hallar la dicha.
Y así, en ese día que parecía predestinado a la oscuridad, se cruzaron dos destinos entrelazados por el azar del infortunio. Un hombre cuyos ojos reflejaban un mar infinito de penas, con cadenas invisibles que enlazaban su ser. En sus miradas se gestaba un vínculo de odio mutuo, enmascarando el latente amor que se alzaba como una tormenta inminente, una conflagración ardiente de emociones desbordantes. Mason, hechizado por aquellos ojos bicolores, y Damian, cautivado por la mirada soñadora que hallaba en su contraparte, se vieron envueltos en una danza de desdicha y anhelo, condenados a enfrentar la tempestad que anunciaba un amor imposible de ignorar.
• Te invito a esta historia con muchas escenas calientes y con misterios que te haran perder la cabeza ¡Bienvenido a Goldberg! •
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme...
-¡No! Yo pertenezco a mi ciudad, con mis padres... -cuando estoy por llegar a la salida veo a dos chicos.
Practicando con espadas...
-¡Sky! ¡Atrápala! -grita Rick...
Uno de los chicos desvía su mirada y nuestros ojos se conectan
Sus ojos dorados me miran fijamente...
Revolotea despreocupado su cabello rubio, pero luego...
Se da cuenta de lo que sucede y me apunta con su espada
Yo me detengo inmediatamente...