No lo entiendo, simplemente no puedo entender cómo todo fluye tan rápido. El tiempo, el aire, el agua, y hasta la sangre. La sangre, tan espesa y pegajosa, fluye por nuestras venas a una velocidad impresionante, como si de un río se tratara. Se siente cálida, pero hace tanto frío... tanto frío que ya no puedo sentir su calidez, ¿Será que estoy muerta? Dicen que cuando mueres la sangre deja de fluir y se vuelve fría, se seca. Pero no, eso no es posible, yo la siento corriendo a través de todo mi cuerpo, mi corazón late con fuerza cada vez que mi cuerpo se sienta contra mi árbol, aquel que es mi amigo y me aconseja en las noches solitarias cuando todo se desmorona. Pero creo que algo raro está pasando, pues verás... últimamente mi árbol ha estado sangrando.
Nota de la autora:
-Esto probablemente será solo una recopilación de poemas o historias cortas que vaya escribiendo cuando esté inspirada, se que no es mi contenido normal pero la verdad me gustaría empezar a escribir alguna que otra cosa independiente.