Mi único pecado, nacer; mi castigo, ser enviada al orfanato Manuel Antonio en Santiago del Estero, Argentina; mi tortura, no ser rescatada a tiempo de este lugar horrible. La madre Anna se encargó de enseñarme sobre Dios y la belleza del cielo, pero no perdió la oportunidad para mostrarme en carne propia el infierno. Detrás de la fachada de un orfanato, hay un secreto perturbador que te arrebatará la inocencia. Mi nombre es Julieta y este es mi último mensaje por si nadie vuelve a saber de mí: aléjense del pueblo de San Gonzales y de cada orfanato que construyó el sacerdote Manuel Antonio. Para mí ya es tarde, he sido seleccionada como ofrenda...