- Dímelo ya...- comenzó a hablar el rubio luego de un corto silencio -¡Dime de una vez qué eres! - sus sospechas no podían no ser ciertas. Él había leído libros, comics, ¡hasta había visto películas! él sabía como un vampiro se veía. -¿Qué más podría ser, Dee? - el tono sarcástico de la fémina no hacía más que desesperar al joven. - Eres un vampiro - le respondió a la pelirroja con firmeza, él estaba completamente seguro de lo que decía. La muchacha frente suyo comenzó a reír a carcajadas sin pudor, para luego mirarlo con deseo. - Por favor, Dee. Si yo fuese un vampiro ya habría saciado mis ganas de ti, hace mucho tiempo atrás...