A solo una calle

Con una mochila sobre su hombro y una maleta rodante a su lado, Aliya observaba con asombro las imponentes mansiones que se alzaban como fortalezas modernas a lo largo de las calles. Cada residencia parecía más grande y más lujosa que la anterior, con jardines meticulosamente cuidados y autos de lujo estacionados en las entradas.
El sonido de sus pasos resonaba en el pavimento mientras Aliya se dirigía hacia la casa número 23 de Oakwood Lane. Había sido un cambio abrupto, dejar atrás su modesto apartamento en el corazón de la ciudad para mudarse con su tía en este rincón opulento de la sociedad. Pero después de la reciente tragedia que había sacudido su familia, no había muchas opciones.
Un suspiro escapó de sus labios mientras levantaba la mano para tocar el timbre de la elegante puerta de entrada. La incertidumbre se arremolinaba en su interior, mezclada con una pizca de ansiedad por lo desconocido que le esperaba en este nuevo capítulo de su vida.