Mientras Tae-Hyung mira aquel lugar, una súplica silenciosa resuena a través de su mirada hueca, anhelando un rayo de esperanza en medio de su oscuridad. Poco se sabe sobre él, aparte de su nombre: un mero fragmento de existencia en este vasto e implacable mundo. Y, sin embargo, su historia llama la atención, la historia de un alma rota que busca consuelo en los corazones de aquellos que son testigos de su difícil situación. Al fin y al cabo, él era humano. •·.·"·.·•