18 parts Ongoing "Seré tu perdición," susurró, con un eco que cortaba el aire como un lamento. "Al escuchar mi voz, caerás en la tentación. Déjame amarte con el filo de mi lanza; mi compasión liberará tu alma de esta maldición. Ven... sigue mi canto. Llora en mis brazos, y tus lágrimas hallarán descanso en mi pecho."
El demonio, quebrado, se aferró a ella, su cuerpo temblando bajo el peso de siglos de culpa.
"Nadie perdonará las vidas que arrebataste, pero en mis manos te ofrezco un descanso eterno. Amarás de nuevo. Serás libre. Ya no serás un demonio; como humano renacerás... y en tu reencarnación, hallarás a tu hijo. Tu hora de partir ha llegado."
Sus palabras, cargadas de una ternura implacable, atravesaron las sombras del alma que sostenía. El demonio, exhausto y rendido, se desvaneció en sus brazos. Cenizas blanquecinas, puras y luminosas, se elevaron al cielo, extendiéndose como un suspiro liberador. El aire se llenó del aroma de la redención mientras el alma del demonio, ahora humana, escapaba de su prisión oscura.
Desde la distancia, Uzui observaba, sus ojos brillando con asombro. La figura de la Pilar Sirena era un cuadro de gracia y peligro.
"El Patrón no se equivocó al elegirla," pensó. "El poder hipnotizante de su voz, la forma en que su canto toca hasta el rincón más oscuro del alma... es un arma. Hermosa, mortal... y fascinante."