Érase una vez, en un vasto imperio, nació el Príncipe Xie Lian, tan amado por los dioses que, fue dotado con una gran belleza, múltiples dones y un corazón bondadoso. A sus trece años es enviado, como emisario de paz, a un viaje por todo el imperio, por cinco años. Al regresar, el día que cumplió dieciocho años, le es ordenado casarse, para dar un heredero a su dinastía. Todo se ve frustrado, pues la ambición al trono de parte del hermano de su padre y el resentimiento por el amor de una mujer desata una guerra civil que lleva a la caída del trono y el secuestro del príncipe por un rebelde extranjero viviendo como un esclavo sexual por varios años en un país desconocido. Un personaje misterioso, vestido de rojo, que porta una máscara de plata, va en busca de su amado, llevando consigo una hermosa mujer portadora de un tesoro.
Arthur Zaens, un multimillonario frío y desalmado que ha vivido en la oscuridad desde la desaparición de su esposa, dejándolo solo con sus dos hijas gemelas. Desesperado por encontrar una niñera que cumpla con sus estrictas expectativas, Arthur conoce a Lía, una ex escritora y editora recomendada por un amigo. Aunque su relación comienza de manera conflictiva, con discusiones y malentendidos desde su primer encuentro en un bar, Lía se convierte en la persona que poco a poco transformará la vida de Arthur y de sus hijas, desafiando su frialdad y cambiando su mundo para siempre.