Así no era el cuento

Todos conocen la historia de Cenicienta, una joven que pierde el zapato en la fiesta del príncipe, quien la busca y ambos se. enamoran a pesar de los problemas que ponen la madrastra mala de Cenicienta.

La historia de Tiana y Damián es totalmente opuesta. Él es Ceniciento, y le ofrece el zapato a la princesa cuando está en apuros. Ella es la princesa y tiene un padrastro malo, quién la obliga a casarse con Cenicienta. Esto es un hecho que hubiera sido genial en el cuento real, pero bueno, no es el caso aquí.

Su amor no es uno a primer vista, puro y idílico. Ellos se enamoran con lentitud, y se aman de una forma caótica y arrolladora.

En su final no son felices ni comen perdices, al menos no del todo.

Este no es un cuento de niños como el real y tanto Ceniciento como la princesa se tienen que enfrentar a cosas mucho peores que madrastras y hermanastras malvadas. Pero ellos pueden hacerlo, porque mientras que al principio su compromiso arreglado parece el peor camino que pueden tomar, se convierte en el que les lleva a ser felices.