Michael Stewart no solo destacó por su inteligencia, belleza y su posición en la sociedad al ser hijo del abogado penal más famoso de la ciudad, sino también por el rumor de que este... tiene un miedo irracional hacia las mujeres que no le permite ser tocado por estas.
Una lluviosa noche de otoño Michael conoce a una chica en la biblioteca de la ciudad a quien observa y ayuda a estudiar desde lejos y hacia quien empieza a desarrollar un gran interés al punto de entregarle un paraguas cada noche de octubre aumentando el interés hacia la persona que nunca ha notado su presencia. En un giro del destino Michael, con la ayuda de sus amigos terminan falsificando la calificación del examen de admisión de Eller para que esta pueda entrar a la escuela de Derecho de Menfirts. Cuando su plan casi queda al descubierto, Michael decide hacerse su tutor y ayudarla a mejorar sus calificaciones mientras sin buscarlo, termina desarrollando la necesidad de ser tocado por esta más allá de lo físico llegando a entregarle un poco más de aquello que él creía tener en su corazón y permitiendo recibir de ella el amor que nunca quiso aceptar de ninguna mujer.
Un romance sano pero bastante lleno de traumas del pasado. Superación, amistades y risas rodeadas de una mentira que pronto podría salir a la luz y dañar todo lo que Michael pudo llegar a construir apesar de su condición.
Si Eller les fuera a decir que su plan de hacer que Michael fuera su tutor tuvo éxito, les recomiendo que se queden a escuchar la versión de Michael porque quizá, sea en aquel octubre donde todo realmente empezó todo.
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.