Como cada verano, la familia de Noa y Tyler se reúnen en la encantadora isla de Menorca, donde sus historias se entrelazan con el sol y el mar.
Noa y Tyler, los cuales nacieron el mismo día, pero con cinco años de diferencia, comparten una amistad especial desde la infancia. Su tradición de despedirse al final de cada verano con un juego de promesas, cada vez más elaboradas, los ha unido profundamente. De hecho, para Tyler, esta frase es un recordatorio doloroso de los sentimientos que nunca ha confesado, pero que espera confesar muy pronto. Sin embargo, Noa se desmorona tras un suceso increíble que destroza su fe en el amor verdadero y en un intento por enterrar sus sentimos se transforma de chica lectora y hogareña a una joven rebelde que busca olvidarse de todo entre las fiestas.
El pasado y el presente se entrelazan en una historia llena de flashbacks, revelando los momentos clave que han moldeado a Noa y a Tyler y que los ha llevado por un largo casual a Madrid, donde ambos deben convivir bajo el mismo techo por lograr el trabajo de sus sueños.
En un viaje de descubrimiento y redención, ¿es posible encontrar la forma de sanar el corazón y construir un amor que, aunque imperfecto, es profundamente real?
"Cuando volvamos a encontrarnos..." ya no es solo un juego, sino una promesa de un futuro compartido, lleno de amor y de segundas oportunidades.
Zaira siempre ha sido la chica más popular de su instituto. Sin embargo, su mundo perfecto se desmorona cuando su novio decide terminar la relación de la forma más fría posible: a través de un mensaje de audio. Humillada y decepcionada Zaira se promete a sí misma no volverse a enamorar de nadie.
Pero el destino tiene otro planes cuando conoce a Augusto, el capitán de básquet. Augusto es todo lo contrario a lo que ella pensaba que era: mujeriego y un chico sin sentimientos , que no quería volver a encontrar el amor después que su única novia la que amo tanto lo dejara.
Poco a poco lo que comienza con salidas casuales y sin ser nada se convierte en algo profundo, aunque ninguno de los dos quiera admitirlo.
¿Que tan malo puede ser AMAR Y ODIAR a la vez?