un desgraciado amor, puede volver a las personas entre las mas felices hasta las mas miserables, sin importar cuanto corramos de la tormenta, si esta es interna, nunca se ira de ti, huir no es lo mismo que enfrentarla, aprendí tarde la lección, ahora pago el precio del pecado por amar aquello que jamás fue para mi, recurrir a una tentación disfrazada de salvación, me condeno por siempre, un pecado que no puedo perdonarme, fue mi culpa...únicamente mi culpa...añora la Luna que ilumino el cielo estrellado, ante la inmensa mirada de tu ser, extraño poder sentirte, me pregunto ¿cuanto volverás? la verdad es que nunca volverás a mi...el precio del pecado es demasiado para mi