De querer escapar de la realidad, caerás sumergido como un día lo hizo Ícaro en estas redacciones epistolares crudas, pesimistas pero realistas de una persona cuyo nombre desconozco, sintiendonos quizás en el derecho de reclamarlo. Esto no es una historia de amor, no hay alegría ni final feliz, tampoco lograrás desestresarte, no es una obra de una comprensión fácil.All Rights Reserved