El doctor Midley finalmente iba a ser ejecutado y todos estaban felices por eso, incluido él. Tras haber experimentado con seres humanos por motivos totalmente desconocidos, Midley había logrado lo que quería, solo faltaba ponerlo a practica. Ahora Midley estaba muerto y todos lo lamentarían porque en realidad él no había muerto sino que había superado aquella fase, volviendo de la muerte y convirtiendose en un ser que no estaba ni vivo ni muerto, un ser conocido bajo el apodo del asesino Orphnock, quien en su sed de sangre y muerte continuaría con los asesinatos a menos que el veterano detective Frank Huller lo detuviera una vez más y para siempre, pero ¿Se puede matar a lo que ya está muerto?All Rights Reserved
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