Al mudarse con su hermano mayor Oliver, Arabella se ve obligada a compartir departamento con Lucian, un compañero de estudios de su hermano de carácter arisco y misterioso. Desde el primer momento, la química entre ellos es explosiva, pero no precisamente de la manera que Arabella esperaba. En lugar de chispas de atracción, lo que surge entre ellos es una feroz rivalidad y un odio mutuo que parece ser imposible de superar.