Marvel: La pelea multiversal

Mucho más allá de los límites de la comprensión humana, una asamblea clandestina de entidades enigmáticas convergió, anunciando el amanecer de un gran espectáculo que finalmente decidiría el destino de todo un multiverso. La pregunta cobraba gran importancia: ¿quién ascendería al dominio de esta vasta reforma cósmica?

"Todos han echado su suerte, pero ¿y tú, Oblivion?"
"Yo elijo... a él",
"Muy bien, ¡ENTONCES QUE COMIENCE LA BATALLA!"
La declaración tronó, encendiendo el tejido mismo de la existencia y enviando ondas a través de la miríada de universos a cada uno de sus contendientes.

[Bienvenido a la Pelea Multiversal, Ray Stark. Tu próximo oponente te espera...]

En el reino sombrío de la determinación implacable, las líneas de batalla estaban trazadas y el resultado estaba en juego. Esta no era una historia ordinaria de héroes; aquí, las líneas entre héroe y antihéroe, e incluso villano, se desdibujan como un sueño febril.

En su vida anterior, Ray Banks no era ajeno a la adversidad. No era conocido por su opulencia o su apariencia llamativa, pero su espíritu indomable y su esperanza inquebrantable brillaban a través de su modesta fachada. Sin embargo, el destino le tenía reservado un giro cruel.

Todo por lo que había trabajado, todo lo que apreciaba, le fue robado sin piedad. Ahora, renacido en un universo más extraño que cualquiera que hubiera imaginado, se encontró como el hijo ilegítimo de nada menos que Tony Stark, un querido personaje del Universo Cinematográfico de Marvel.

No se dio cuenta de que este mundo albergaba secretos que iban mucho más allá del reino de la imaginación, y que había sido elegido como concursante en un choque cósmico que desafiaba toda comprensión, junto con su padre.