. Ainhoa tiene ahora dieciséis años, y su familia decide establecerse de la nada en un barrio para pijos en el Upper East Side de Manhattan. Ainhoa no encaja, y no solo porque no le interese hablar de chicos, maquillaje y moda con las tías de su edad, sino que todo su organismo continúa rogándole cambiar de ciudad como si de ropa interior se tratase. Pero, cuando Ainhoa Braxton conoce a Nicholas Shepherd la noche del 10 de julio de 2012, durante una tormenta eléctrica provocada por un oportuno huracán en aguas del Caribe, no puede evitar caer rendida a sus pies como una fanática en un concierto de Michael Bublé, otro canadiense espectacular. Pero la chica ha olvidado facilitarle ciertos detalles al susodicho. En primer lugar, que es la heredera de un imperio hotelero multimillonario; segundo, que su padre es el posible comprador del proyecto más importante de su vida; tercero, que, aparentemente, es la niña protegida de papi-uno de los hombres más poderosos del país-, y que técnicamente no ha terminado la preparatoria, lo que lo convierte a él en un jodido asaltacunas y el candidato idóneo para una buena paliza al estilo "tiro tu cadáver a mitad del desierto de Nevada"
Y, tan pronto como una Ainhoa de veintinueve aterriza de improvisto años después en la sede de su empresa en San Francisco, tras haber renegado de casarse con un imbécil a petición de su padre y renunciar a su fortuna con una sonrisa digna del gato de Cheshire en el rostro, Nick se da cuenta de que esa mujer prohibida acaba de convertir su vida en una delirante carrera de obstáculos.