"A las mujeres siempre se nos ha enseñado a ser sigilosas, a no molestar, a ser una sombra. Y eso es exactamente lo que estaba haciendo ahora, pero no por ser mujer o dejar de serlo, si no porque me encontraba en la casa del próximo hombre al que debía matar." Kathleen Evans, a pesar de tener 16 años lleva casi toda su vida haciendo esa clase de encargos y trabajos, con la única diferencia de que ella no es una sicaria normal. Trabaja para una organización que se dedica a eso y además todos sus trabajadores tienen la habilidad de teletransportarse. Aunque su vida no se basa sólo en matar, por supuesto. También hace cosas normales como salir con sus amigos, ir a las clases que la organización la ofrece o hacer ejercicio. Aunque lo que más la gusta es ir a un pequeño karaoke cerca de la sede de aquella institución. Karaoke en donde en lo que parecía una noche cualquiera, conocerá a alguien capaz de cambiar todo el curso de su vida.