En el tenue resplandor del crepúsculo, las sombras danzaban suavemente en las paredes, creando una atmósfera cargada de una sutil intimidad. Sus miradas se encontraron, y en ese instante, el tiempo pareció detenerse. Un leve escalofrío recorrió su piel al sentir la proximidad del otro, una presencia tan cercana que sus respiraciones parecían sincronizarse en un compás silencioso.
Las manos se encontraron de manera casual, pero el simple roce de los dedos envió una ola de calor a través de sus cuerpos, despertando emociones dormidas.
Había una electricidad palpable en el aire, una promesa de descubrimiento mutuo que ambos anhelaban explorar. Sin una sola palabra, el entendimiento entre ellos se hizo profundo, más allá de lo físico, tocando las fibras más sensibles de sus almas.
Todos los derechos reservados.
©️ Sókov, 2024. All Rights Reserved
Read more