En un mundo cada vez más urbanizado, la demanda de alimentos sigue creciendo, y con ella, la necesidad de encontrar métodos sostenibles de producción. La agricultura vertical surge como una solución innovadora que promete cambiar la manera en que cultivamos y consumimos alimentos. Esta tecnología no solo maximiza el uso del espacio, sino que también aborda cuestiones ambientales urgentes, desde la conservación del agua hasta la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.