En el mundo digital actual, que se mueve a millones de kilómetros por minuto, un número de teléfono es algo más que una combinación de dígitos en una pantalla. Es como un portal mágico: una línea directa para conectar con sus clientes, un posible contacto a punto de convertirse en un fiel seguidor y un dato crucial para que su empresa siga funcionando. Pero una cosa es cierta: un gran poder conlleva una gran responsabilidad, así que ¿cómo puede estar seguro de que esos portales mágicos le llevan a personas reales y no a un callejón sin salida?