A través de otro cristal

Lo sé. Esperar que las cosas salgan bien cuando has aceptado irte a otro país con tu cuñado por despecho no es buena decisión. ¿Pero sabes qué? A la luz de los focos, dando las tantas de la madrugada, cualquiera podría dudar. Más si la relación que mantenéis ralla lo improcedente, por decirlo con delicadeza.

Todo se empezó a desmadrar en primavera. Tomaríamos una decisión que nos llevó a un escenario poco agradable. Hoy te diría que maduré, pero al salir de ahí no pensaba igual.