Entremezclados desde pequeños en afecto inocente y secretos bien guardados, Checo Pérez y Max Verstappen eran amigos de la infancia que disfrutaban al máximo compartir su tiempo juntos. Al menos todo era felicidad hasta que la pronta curiosidad rebasó los límites de velocidad, y se desbloquearon sentimientos que Checo creyó jamás tener hacia su vecino. La única dificultad era que decirlo en voz alta provocaría ganarlo todo, o perderlo para siempre.All Rights Reserved