Aunque su familia era conocida por su lealtad a Lord Voldemort, Draco siempre había sentido una lucha interna entre el deber familiar y su propio sentido de la moralidad.
Un día, mientras exploraba la Sala de los Menesteres en Hogwarts, Draco encontró un antiguo reloj de arena. Sin darse cuenta, lo tocó y fue transportado al pasado. De repente, se encontró de vuelta en su primer año en Hogwarts, con tan solo 11 años.
Draco estaba confundido y asustado. ¿Cómo podría ocultar su conocimiento del futuro? ¿Cómo evitaría cambiar el curso de la historia? Pero también se dio cuenta de que tenía una oportunidad única para redimirse y cambiar su destino.
La cuestión es que ¿Lo hará? o ¿Dejará que todo siga la línea de tiempo original?.