Y ahí estaba otra vez entre sus brazos perdiéndome entre su cristalina mirada entre las calles, pero esta vez no era en Australia esto era las Vegas y yo no era la de antes, no sólo por el cambio físico si no también de personalidad, a sí que pensé en intente separarme de esos cálidos brazos y dejar de mirar esos cristalinos ojos que alguna vez habían llegado a hipnotizarme pero no podía y ahí volvía mi debate mental sobre que debía decir pero esta vez, no me dio tiempo a contestar... Una luz me cegó y cuando abrí los ojos me di cuenta de que había sido otro sueño porque se que jamás vendrá a buscarme, ya que para eso me fui...