La vida es difícil, eso todo mundo lo sabe. Pero en el mundo Omegaverse, los Betas y Omegas reciben lo peor; en especial, los Omegas.
Yūgi Mūto era un Omega que cuando apenas cumplió los 19 años, su madre lo comprometieron con Seto Kaiba. Aquel chico era un ricachon, tenía demasiado dinero y eso beneficiaría a su família. Pero Yūgi no quería casarse con él, no, Yūgi ya tenía pareja.
Atem Sennen.
Jamás se casaría con alguien más que no fuera su pareja, y le importaba poco si su madre se oponía o si iba en contra de las reglas del gobierno.
Nadie los logrará separar, ni siquiera el destino.
O quizás, si puedan.
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Freen era una omega bastante rara para la personas aquellas decían que era un poco más alta para ser una omega otros que podría dar miedo si te miraba y algunas personas solo quedaban enamorada de verla aunque para Freen todo era normal pues siempre era amable y nunca se enojaba atenta con sus seres queridos era la chica perfecta como sus padres solían decir.
Becky una pequeña omega tan hermosa como la primera nevada era una chica responsable y cuidadosa con todo lo que hacía vive esperando a que aquella omega aparezca una vez más a su vida pues recuerda que alguien la salvó cuando era pequeña más no recuerda su rostro así que vive con la ilusión de que algún día aparecerá.
Pero ¿Qué pasaría si la persona que espera aparece en último año de universidad? ¿La reconocerá?