Ay, la juventud. La etapa más hermosa de la vida y a la vez, la más compleja. Cuando eres joven sales a beber y a bailar, te emborrachas con los amigos, te enamoras por primera vez y te rompen el corazón en un millón de veces. Y cada uno de esos momentos los atesoras cómo las historias que recordarás y le contarás a tus hijos y nietos. Cada experiencia se vuelve un consejo y cada ruptura una marca a fuego vivo grabada en tu piel. O al menos eso dice mi psicólogo. ¿Yo? Hice cada una de esas cosas y más. Yo también me emborraché, bailé desnudo en un club nocturno, probé sustancias ilicitas... Y me enamoré de él. Un joven cuya sonrisa yo deseaba hacer mía todo el tiempo, secar sus lágrimas y curar su corazoncito. Amé a Baekhyun profundamente mas no me fue permitido acercarme a él. Pero ya no somos los mismos niños de antes, y cuando él reaparece en mi vida como el maestro de mi hija, me es dificil contener aquellas emociones encerradas por tanto tiempo bajo llave. Solo espero que mis sentimientos sean correspondidos cuando la rosa 101 sea entregada en sus manos.