Las líneas funcionan como un buen límite. Solo que a veces las ganas de cruzarlos es incesante. ¿Qué haces cuando te acuestas con el hermano de tu mejor amiga, la persona que menos soportas en este mundo? Un mismo trabajo, mismo objetivo, muchos límites y muchas ganas. En un mundo donde amar y odiar son tan diferentes. Del amor al odio hay un paso. Del odio al amor hay un camino. El amor llega en el momento menos indicado o con la persona más odiosa. A veces hay que tomar riesgos por amor. O cruzar líneas.