El azote de la posguerra crea hendiduras sangrantes, la tragedia cose inútilmente las heridas que no paran de infectarse. La desesperación, en carne viva, crea monstruos que pueden ver en la oscuridad.
En la penumbra de la noche, un asesino acecha.
Gojo, un nombre que el viento susurra,
desconocido para Geto, el alma pura.
Dos destinos que el terror enlaza,
un amor oscuro que jamás descansa.
(perdón por andar como fantasma y no subir nada 😞 me disculpo mis lectores)