En un pequeño pueblo rodeado de extensos campos de cultivo, la familia Rodríguez siempre había seguido los métodos tradicionales de agricultura. Sin embargo, con el tiempo, comenzaron a notar los efectos negativos del cambio climático y la degradación del suelo. Fue entonces cuando decidieron explorar nuevas formas de producir alimentos que fueran más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente.