9 meses después...
Mientras mi pequeña Kate doblaba alguna ropita de la bebé, (porqué claro será una hermosa niña), yo terminaba de armar el último mueble para colgarlo en la pared.
La habitación era hermosa, pues no escogimos un color rosa, sino más bien es algo así como lila con algunos toques de color aqua.
-. Quién diría que después de todo, íbamos a quedar juntos ¿no crees? dice ella con una sonrisa mientras voltea a mirarme.
-. Es una locura, que si me hubieran dicho que en un futuro me iba a casar con mi sobrina e iba a tener una hija con ella, les hubiera partido toda la cara-. digo para al final soltar una pequeña risa y terminar de colocar la repisa-. Está lista para usarse
Kate se acerca al lugar en dónde yo estaba, mientras veía con atención la repisa, yo me imagino que veía si había quedado recta, pues con esta mujer tan perfeccionista, se podría esperar de todo.
--. Se ve muy bonito, el toque que le dimos en pintarlos color capuccino los hizo resaltar bastante bien, gracias Andy-. Se acerca a mí para dejarme un pequeño beso en la mejilla, pero antes de que se fuera, la tomé del brazo para después poner mi mano en su enorme barriga y acariciarla mientras dejaba un pequeño beso en sus labios-.
-. Daría todo por ustedes y está pequeña ya no tarda en salir-. Susurro sobre sus labios pero en eso Kate se queja y comienza a gritar, al cuál me pone algo nervioso-. ¿Qué sucede? -. Digo algo preocupado.
-. Andy, la bebé ya viene, me duele mucho-. Dice en un llanto que ni yo sabía que podría llorar de esa manera, rápidamente corro a agarrar la maleta, tomo a Kate del brazo y le ayudo a bajar las escaleras, al estar abajo tomo las llaves del coche, para después caminar lentamente a él, la ayudo a subir y arranco para ir en marcha lo más rápido posible-.
-No quiero que te despidas de mi.- Dice Andrew mirándome a los ojos-. Solo quiero que me prometas que no vas a olvidar todo que tuvimos, ¿esta bien?- Asiento con lagrimas recorriendo mis mejillas y lo beso. Me baja al suelo sin despegar nuestros labios y puedo sentir que mete su mano en mi bolsillo trasero de mi short, después desliza ambas manos por mis brazos hasta llegar hasta mis manos y las besas. Se queda observando el tatto que nos habíamos echo los dos en el mismo lugar y lo besa cerrando los ojos-. Te amo, Sophie. Nadie, ni en un millón de años hubiera echo que haga cosas que nunca haría pero llegaste y hasta me enamoraste. Y por favor, prometeme que cuando alguien te pida matrimonio le dirás que no porque me estarás esperando.- Dice riendo y dejando caer unas lagrimas pero rápidamente las limpia. Asiento y rio junto a el.
Prohibida su adaptación y/o copia. Esta historia es totalmente mía y cualquier parecido con otra es pura coincidencia.