Una simple dirección, un simple camino, así comienza la historia de dos personas que se enfrentan al final de su matrimonio. Para Oliver, parecía un proceso sencillo: firmar unos papeles, repartir los bienes y seguir adelante. Sin embargo, conforme avanza el proceso de divorcio, se da cuenta de que las emociones y los recuerdos entrelazados son mucho más difíciles de desatar de lo que imaginaba. Mientras lucha por cerrar este capítulo de su vida, se enfrenta a la dolorosa pregunta: ¿está tan fácil olvidar? A medida que reflexiona sobre su relación pasada y se enfrenta a la realidad de la separación, Oliver descubre que dejar atrás el amor compartido y los sueños rotos es más complicado de lo que nunca imaginó.