Harta de su inexperiencia en el ámbito sexual, fue mucho más allá de lo que sus amigas imaginaban. ¿Qué tan malo podía ser un súcubo? Nadie nunca se había quejado de sus encuentros con esos demonios del placer. ¿Qué podía perder? ¿Su alma? Ja, ya estaba harta de que jugaran con ella, eso podía más que sus miedos. ¿Aceptas el desafío señor oscuro?
1 part