Estoy seguro que todos alguna vez tuvimos un primer amor, ese que nos marcó a fuego y dejó una huella imborrable en nuestros corazones. Ese primer amor que nos enseñó el verdadero significado del amor y el desamor, que nos dejó lecciones valiosas que llevamos grabadas a fuego en el alma y que, aunque no haya durado para siempre, siempre será parte de nuestra historia.
- Perdóname Yoongi, pero ya no siento lo mismo...
Las palabras resonaron en la mente de Yoongi como un trueno en una noche de verano. Un dolor agudo le atravesó el pecho, tan intenso que casi le faltó el aire. No podía creer lo que estaba escuchando. ¿Cómo era posible que después de todo lo que habían vivido juntos, Taehyung ya no lo amara?
- Por favor, Taehyung, no digas eso -suplicó Yoongi con la voz temblorosa- Encontraremos una solución para arreglar nuestra relación, pero no me dejes, te lo pido...-Las lágrimas brotaron de sus ojos y recorrieron sus mejillas como un río de cristal. Taehyung lo miró con una expresión de tristeza infinita, como si estuviera despidiéndose de una parte de sí mismo.
- Lo mejor será separarnos -dijo Taehyung con voz firme, aunque sus ojos también estaban llenos de lágrimas. -Adiós Yoongi. Sé feliz.
Se dio la vuelta y salió de la habitación, dejando a Yoongi solo con su dolor y su desolación. En ese momento, Yoongi supo que su vida había cambiado para siempre. El primer amor que había creído que duraría para siempre se había esfumado entre sus dedos, dejándole un vacío inmenso en el corazón.