Se preguntaba continuamente, en medio de la oscuridad avasallante de su habitación, si acaso él cruzaba por su mente cuando estaba con ella. Si acaso, cuando Sungchan la besaba, la acariciaba y la miraba a los ojos, él cruzaba por su mente. Sí, Wonbin lo admitía, era adicto a todo lo que no era bueno para él.