¿que pasa cuando despiertas en un hospital con una manta cubriendo todo tu cuerpo de pies a cabeza? ¿que pasa cuando no sientes los latidos de tu corazon?.
Eso fue lo que me pregunte cuando desperte, yo no entendia nada pero lo recuerdo muy bien, recuerdo haber despertado en un hospital sin sentir mi corazon, recuerdo haber salido de esa habitacion y ver a mi madre corriendo hacia mi gritando que era un milagro, que era imposible, recuerdo cada lagrima en el rostro de los presentes en el hospital, y recuerdo la risa de aquel chicho que no conocia así como recuerdo cada una de sus palabras diciendo: *ha llegado tu hora*.
Si, en ese momento mi vida cambio, y yo en lo unico que podia pensar era en la sangre que me rodeaba....
¿Alguna vez te has preguntado el por qué suceden ciertas cosas? Confieso que eso es precisamente lo que hago en estos momentos.
La repaso una y otra vez por el espejo del retrovisor, hace ya mucho que no pelea por ser la primera en subir al carro. Noto su mandíbula tensa y es que las lágrimas están a punto de brotar, pero las contiene, muerde su labio y suelta el aire entrecortada mente.
Su rostro está completamente pálido y unas finas líneas púrpuras enmarcan sus ojos. Estaba tan cansada de verla llorar. La notaba tan sola, triste, tan débil que podría jurar que sus ojos se habían secado.
<¿Qué es lo que te sucede? > podría haber pronunciado, pero sé que no respondería, o al menos, no frente a él.
Conduce con la mirada fija en el camino, mientras sus manos aferran el volante. Intento dilucidar algún indicio, alguna respuesta... Pero lamentablemente para ese entonces era demasiado pequeña como para entender.
Esta es la historia del como mi hermana llegó a suicidarse. Un año después que ese maldito imbécil pisó por primera vez nuestra casa.
No se permiten copias ni adaptaciones de esta historia.
Apta para mayores de catorce años.