Luffy era un bastardo y todavía no comprendía porqué era tan amado entre sus vecinos cuando lo único bueno que hacía era atender a las mascotas de la comunidad; más allá de eso era un presumido que creía que podía conquistar a cualquiera con sus tiernas sonrisas y adorable forma de ser, pero no a Law, él no se dejaría engañar por esa faceta de niño bueno y tampoco caería en su absurdo juego de seducción.All Rights Reserved