Daenerys y Rihannon no podían ser más diferentes e iguales al mismo tiempo, mientras Rihannon era la calma y elegancia, Daenerys era una bomba letal que arrasaba con todo. Pero, tenían algo en común, ambas harían lo que fuera necesario con tal de proteger a los suyos. Rihannon Denmorny era una cara bonita que ocultaba lo peligrosa que podía llegar a ser, con más poder del que cualquiera pudiera imaginar y una increíble capacidad para manipular a las personas a su al rededor no hacían más que volverla en una de las más conocidas en Hogwarts junto a sus hermanos, Kiernan y Damon. Daenerys sabía que era un peligro para la sociedad y sabía que la razón por la que la habían transferido a ella y a sus hermanos, Kilian y Atreyu Sparrow, a Hogwarts no era para nada más y nada menos que para poder tenerlos bajo control, pero había algo que ni el propio Dumbledore era capaz de hacer y era controlarla. Los estudiantes de la escuela de magia y hechicería no sabían lo que vendría con el inicio del curso y mucho menos los estudiantes de Slytherin, específicamente los conocidos como los chicos Slytherin al reunir a sus mejores amigos junto con los recién llegados de Dumstrang.