Prólogo:
Hoy, queridos lectores, me dispongo a contarles una historia diferente. No se trata de un relato de amores prohibidos, relaciones tóxicas o asesinatos pasionales. Aunque debo confesar que esos géneros también me apasionan, hoy deseo adentrarme en una temática más profunda: la vida misma y lo implacable que puede ser en ciertas ocasiones.
Permítanme llevarlos a un lugar especial, un tejado que se convierte en testigo silencioso de las vicisitudes de aquellos que lo habitan. Desde esta perspectiva privilegiada, donde el viento acaricia los rostros y las estrellas iluminan el camino, se despliega nuestro relato.
En esta historia, las palabras adquieren un matiz rebuscado para transportarlos a un mundo donde los sentimientos se entrelazan con la realidad. Cada punto, coma y acento caerá en su lugar, guiándolos a través de los misterios y las emociones que se desvelarán en cada página.
Así, a medida que las faltas de ortografía se corrigen y los signos de puntuación se acomodan con precisión, se revelará una trama cautivadora. Descubriremos cómo la dureza de la vida puede moldear a los personajes, transformándolos en seres resilientes capaces de enfrentar las adversidades con valentía.
Prepárense, estimados lectores, para sumergirse en esta historia desde el tejado. Acompañaremos a sus protagonistas a lo largo de sus altibajos, compartiendo sus esperanzas y desafíos. Juntos, exploraremos la profundidad de la existencia humana y nos veremos reflejados en cada paso de este viaje fascinante.