Después de la Ruina, comenzamos de nuevo y encontramos una solución. Comunidades, lugares tranquilos donde el desorden se convirtió en armonía. Vestimos la ropa adecuada, enseñamos a los niños a hablar con precisión, somos educados tomamos las inyecciones matutinas, nunca mentimos, vivimos en un mundo sin diferencias. No existe la fama, no hay ganadores, no hay perdedores. Miedo, dolor, envidia, odio, todo eso se dejó atrás. Pero vivir en un mundo perfecto es mucho peor de lo que parece. ¿Deberíamos disculparnos por lo que hicimos? Decídanlo ustedes.