En espera.

¿Era posible estar enamorada de una persona por casi más de dos décadas? ¿Qué tan malo podrías llegar a ser por amor? ¿Hasta que punto era bueno ser egoísta por la persona que amas?

Eran preguntas que pasaban por la mente de tres personas en una sala de espera.

Victoria, Bibiana y Mateo no parecían tener casi nada y al parecer todo en común. Lo que todos sabían, al menos, era que su vuelo se demoraría por horas, lo que les daba el tiempo perfecto para recordar su adolescencia, la crisis de sus veinte, el comenzar de la vida adulta y lo que les había llevado a este momento... el amor.

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